Tertulia Literaria La Metamorfosis
Tertulia Literaria La Metamorfosis
martes, 24 de junio de 2014
domingo, 22 de junio de 2014
Biblioteca Pública
Quiero compartir un boletin que escribió la bibliotecaria municipal a propósito de un curso de actualización que además invita a reflexionar sobre la situación de la conservación en nuestras regiones colombianas. El enlace es:
sábado, 21 de junio de 2014
viernes, 20 de junio de 2014
Sentido del Blog
A mi blog he añadido dos blog que ayudan a comprender el sentido de este espacio, para los lectores y escritores aficionados, que desafortunadamente no contamos con la industria editorial de nuestra mano, debemos valernos de estas posibilidades para difundir nuestras inquietudes y nuestras creaciones. Por eso estos dos blog Que voy a inventar y ¡Nah! nos ofrece una gama de microcuentos ágiles y muy agradables, por eso quiero compartirlos y espero sean de mucha utilidad.
A mi blog he añadido dos blog que ayudan a comprender el sentido de este espacio, para los lectores y escritores aficionados, que desafortunadamente no contamos con la industria editorial de nuestra mano, debemos valernos de estas posibilidades para difundir nuestras inquietudes y nuestras creaciones. Por eso estos dos blog Que voy a inventar y ¡Nah! nos ofrece una gama de microcuentos ágiles y muy agradables, por eso quiero compartirlos y espero sean de mucha utilidad.
Microcuento ¿El Paseo Millonario?
Quiero compartir un microcuento.
¿El Paseo Millonario?
Seguía parada en la esquina del banco, urgando mi bolso con apremio y un tanto de nerviosismo. Mis manos salían y entraban en la búsqueda incesante y con la esperanza de que algún billete que en el pasado se hubiera podido refundir encontrara el camino de regreso a la luz y a la vez el camino de regreso a mis dedos angustiados. no tenía ni para un pasaje y mi casa definitivamente estaba muy lejos para llegar caminando y con el traje que llevaba puesto, "el mejorcito", el de ocasión. Ese día había venido a presentarme a una entrevista de trabajo en la que tenía puestas todas mis esperanzas, pero hasta el dinero de venida al centro lo había prestado, pero el de regreso definitivamente no aparecía por ningún lado. Finalmente se me ocurrió una idea salvadora, usar una de mis tarjetas de crédito a sabiendas de que no tenían ni un centavo , pero de pronto la tecnología sufría un desperfecto y me entregaba cualquier billete despistado que me permitiera conseguir mi cometido.
Tan entretenida me encontraba que no noté el automovil de cuatro puertas que se plantó frente a mi en la misma y fatídica esquina del banco. Al parecer dos hombres presurosos descendieron y me tomaron por los antebrazos hasta casi levantarme del piso para hacerme ingresar violentamente al vehículo. No alcanzaba a entender que pasaba, hasta que los sujetos, tres en total con el conductor arrancaron a gran velocidad.
Después de múltiples amenazas y exhibiciones de armas, me aclararon que ese era un paseo millonario, que iban a desocupar mis cuentas y que me iban a tirar a la orilla del río. No se sí fue por el temor o simplemente por lo absurda que me sonó esa parte donde decían que iban a desocupar mis cuentas... mis cuentas, esas que yo misma soñaba con defraudar, con estafar, con atracar para al menos conseguir !el infeliz monto de un pasaje¡, pero me desaté en una carcajada. En una contagiosa y envolvente carcajada, que desde el colegio me había costado sanciones y reprimendas por su capacidad de arrastrar y adherir a su ejército montones de carcajadas a su alrededor, esa carcajada pegajosa. Los violentos sujetos no se lo creían. Mis ojos soltaban lágrimas y mi boca no lograba articular una frase con sentido, la carcajada me ahogaba la voz. Los sujetos empezaron a reirse sin saber ni porque lo hacían. Pero el conductor que no compartía mi asiento consiguió mantener la cabeza fría y recordó el objetivo del secuestro. Entre risas ahogadas uno de los de atrás, el más gordo hiló una dirección que el otro copió con dificultad y haciendo numerosas preguntas que el otro contestaba de manera fraccionada.. Cuando llegamos al primer banco de donde iban a sustraer gran cantidad de mi dinero, los músculos de los atracadores estaban completamente relajados y no conseguían ponerse en pie. El conductor trató de llamarles la atención, pero la escena de los tres revolcándonos de la risa en el asiento trasero fue la imágen que consiguió romper su determinación y aunque insistía bájense y traigan el dinero del cajero; su voz no sonaba como una orden sino como una sugerencia.
Cuando los agentes de la policía y los vigilantes del banco se percataron de nuestra presencia y de nuestro estacionamiento prohibido se acercaron a llamarnos la atención y a hacer una requisa. Mis amigos ladrones no salieron muy bien librados, en cambio yo, si logré resolver mi problema, porque la patrulla decidió acompañarme hasta mi residencia para evitar ser víctima nuevamente de atracadores de tan terrible condición. Yo apenas conseguía secarme las lágrimas y contener mi vejiga que se había llenado por el ejercicio continúo de la risa.
Magangué, 2.014
¿El Paseo Millonario?
Seguía parada en la esquina del banco, urgando mi bolso con apremio y un tanto de nerviosismo. Mis manos salían y entraban en la búsqueda incesante y con la esperanza de que algún billete que en el pasado se hubiera podido refundir encontrara el camino de regreso a la luz y a la vez el camino de regreso a mis dedos angustiados. no tenía ni para un pasaje y mi casa definitivamente estaba muy lejos para llegar caminando y con el traje que llevaba puesto, "el mejorcito", el de ocasión. Ese día había venido a presentarme a una entrevista de trabajo en la que tenía puestas todas mis esperanzas, pero hasta el dinero de venida al centro lo había prestado, pero el de regreso definitivamente no aparecía por ningún lado. Finalmente se me ocurrió una idea salvadora, usar una de mis tarjetas de crédito a sabiendas de que no tenían ni un centavo , pero de pronto la tecnología sufría un desperfecto y me entregaba cualquier billete despistado que me permitiera conseguir mi cometido.
Tan entretenida me encontraba que no noté el automovil de cuatro puertas que se plantó frente a mi en la misma y fatídica esquina del banco. Al parecer dos hombres presurosos descendieron y me tomaron por los antebrazos hasta casi levantarme del piso para hacerme ingresar violentamente al vehículo. No alcanzaba a entender que pasaba, hasta que los sujetos, tres en total con el conductor arrancaron a gran velocidad.
Después de múltiples amenazas y exhibiciones de armas, me aclararon que ese era un paseo millonario, que iban a desocupar mis cuentas y que me iban a tirar a la orilla del río. No se sí fue por el temor o simplemente por lo absurda que me sonó esa parte donde decían que iban a desocupar mis cuentas... mis cuentas, esas que yo misma soñaba con defraudar, con estafar, con atracar para al menos conseguir !el infeliz monto de un pasaje¡, pero me desaté en una carcajada. En una contagiosa y envolvente carcajada, que desde el colegio me había costado sanciones y reprimendas por su capacidad de arrastrar y adherir a su ejército montones de carcajadas a su alrededor, esa carcajada pegajosa. Los violentos sujetos no se lo creían. Mis ojos soltaban lágrimas y mi boca no lograba articular una frase con sentido, la carcajada me ahogaba la voz. Los sujetos empezaron a reirse sin saber ni porque lo hacían. Pero el conductor que no compartía mi asiento consiguió mantener la cabeza fría y recordó el objetivo del secuestro. Entre risas ahogadas uno de los de atrás, el más gordo hiló una dirección que el otro copió con dificultad y haciendo numerosas preguntas que el otro contestaba de manera fraccionada.. Cuando llegamos al primer banco de donde iban a sustraer gran cantidad de mi dinero, los músculos de los atracadores estaban completamente relajados y no conseguían ponerse en pie. El conductor trató de llamarles la atención, pero la escena de los tres revolcándonos de la risa en el asiento trasero fue la imágen que consiguió romper su determinación y aunque insistía bájense y traigan el dinero del cajero; su voz no sonaba como una orden sino como una sugerencia.
Cuando los agentes de la policía y los vigilantes del banco se percataron de nuestra presencia y de nuestro estacionamiento prohibido se acercaron a llamarnos la atención y a hacer una requisa. Mis amigos ladrones no salieron muy bien librados, en cambio yo, si logré resolver mi problema, porque la patrulla decidió acompañarme hasta mi residencia para evitar ser víctima nuevamente de atracadores de tan terrible condición. Yo apenas conseguía secarme las lágrimas y contener mi vejiga que se había llenado por el ejercicio continúo de la risa.
Magangué, 2.014
Invitación
Tutora: La invito a compartir mi grupo en facebook Humanidades cecar 2,es un grupo en facebook para compartir temas de educación que he creado para interactuar con mis compañeros de universidad, es muy útil porque por este medio nos comunicamos y lanzamos preguntas abiertas sobre cualquier tema de los que estamos tratando en nuestros contenidos y cualquier aporte de un compañero o no de la universidad nos nutre y nos mejora como estudiantes y futuros profesores. La invito a usted y a todas las personas que les apasione la educación para que nos acompañes.
martes, 17 de junio de 2014
domingo, 15 de junio de 2014
Los Viajes de Gulliver
El libro de Jonathan Swift reducido al cine por los norteamericanos. cuenta muchas historias curiosas, no solo aquellas donde todos son pequeños con respecto a él, sino también donde todos son grandes y él un pequeño bicho en exhibición. Pero hacía el final de libro me ha llamado la atención la invención de unos personajes por lo demás americanos, cercanos a México que era el destino final del barco Aventura que el protagonista capitaneaba, y que fue objeto de un motín y el dichoso personaje fue dejado en una isla con unos seres primitivos de apariencia feroz y con capacidad de convertirse en hermosos caballos, estos seres eran llamados Yahoo, como el conocido buscador. Si alguien tiene más información me gustaría que la compartiéramos.
El libro de Jonathan Swift reducido al cine por los norteamericanos. cuenta muchas historias curiosas, no solo aquellas donde todos son pequeños con respecto a él, sino también donde todos son grandes y él un pequeño bicho en exhibición. Pero hacía el final de libro me ha llamado la atención la invención de unos personajes por lo demás americanos, cercanos a México que era el destino final del barco Aventura que el protagonista capitaneaba, y que fue objeto de un motín y el dichoso personaje fue dejado en una isla con unos seres primitivos de apariencia feroz y con capacidad de convertirse en hermosos caballos, estos seres eran llamados Yahoo, como el conocido buscador. Si alguien tiene más información me gustaría que la compartiéramos.
Memoria Por Correspondencia de Emma Reyes
Llegué a este libro completamente ignorante de que era el libro del año 2.012. Llegué a él porque el Ministerio de la Cultura mandó una remesa a la Biblioteca del Centro de Convivencia de Magangué (Bolívar ) y el estilo epistolar me llama mucho la atención, entonces me incliné sobre él. Este libro además de contar una historia muy dura, es una radiografía de una época, en Colombia tenemos la idea de que los males de este país vienen desde la violencia, pero que se menguaron con el Frente Nacional y que se volvieron a despertar con una furia mayor con el narcotráfico. Esta autora es la prueba de que en nuestro país los problemas son tan viejos como sus habitantes. Ahora al menos tenemos a Bienestar Familiar, me decía un amigo con quien compartía el contenido del libro. Pero también en esta vida contada, en esta confesión hay algo muy aleccionador, Emma no se dejó contaminar por su infancia, se nutrió y aprovechó de ella para convertirla en pintura con un estilo propio, único. Llegó muy lejos a pesar de su origen incierto, fue un vínculo indispensable para los artistas que consiguieron éxito en Paris, entre ellos el pintor y escultor Botero. Emma que con ingenuidad cuenta que al niño Jesús le hicieron muchos regalos unos señores Reyes como ella y su hermana Helena, dedicó su vida adulta a hacer muchos regalos, de amistad, buen humor y ejemplo de vida entre quienes tuvieron el gusto de compartir con ella.
Maria Botero
Llegué a este libro completamente ignorante de que era el libro del año 2.012. Llegué a él porque el Ministerio de la Cultura mandó una remesa a la Biblioteca del Centro de Convivencia de Magangué (Bolívar ) y el estilo epistolar me llama mucho la atención, entonces me incliné sobre él. Este libro además de contar una historia muy dura, es una radiografía de una época, en Colombia tenemos la idea de que los males de este país vienen desde la violencia, pero que se menguaron con el Frente Nacional y que se volvieron a despertar con una furia mayor con el narcotráfico. Esta autora es la prueba de que en nuestro país los problemas son tan viejos como sus habitantes. Ahora al menos tenemos a Bienestar Familiar, me decía un amigo con quien compartía el contenido del libro. Pero también en esta vida contada, en esta confesión hay algo muy aleccionador, Emma no se dejó contaminar por su infancia, se nutrió y aprovechó de ella para convertirla en pintura con un estilo propio, único. Llegó muy lejos a pesar de su origen incierto, fue un vínculo indispensable para los artistas que consiguieron éxito en Paris, entre ellos el pintor y escultor Botero. Emma que con ingenuidad cuenta que al niño Jesús le hicieron muchos regalos unos señores Reyes como ella y su hermana Helena, dedicó su vida adulta a hacer muchos regalos, de amistad, buen humor y ejemplo de vida entre quienes tuvieron el gusto de compartir con ella.
Maria Botero
Etiquetas:
critica,
literatura,
opinión
Ubicación:
Bolívar, Colombia
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