Tertulia Literaria La Metamorfosis

Tertulia Literaria La Metamorfosis

lunes, 7 de octubre de 2019

El Ciego y el Semáforo Drama de Valores


EL CIEGO Y EL SEMÁFORO

PERSONAJES
CIEGO
TRANSEÚNTE GROSERO
TRANSEÚNTE AMABLE
TRANSEÚNTE DEL OTRO LADO DE LA CALLE
TRANSEÚNTE DEL SEMÁFORO
CONDUCTOR DE MOTO


ÚNICA ESCENA

(Tres personas paradas en el semáforo: el ciego, el transeúnte grosero y el transeúnte amable)
Transeúnte grosero: Pipe mira la hora, nos van a cerrar el banco y tenemos que ir a firmar los papeles.
Transeúnte amable: No, pero si todavía alcanzamos, no te preocupes.
Transeúnte grosero: Nos va a coger la tarde y se nos va a dañar el negocio y ese señor ¿qué le pasa que no se mueve? Está estorbando, ¿es qué es como ciego?
Transeúnte amable: Sí, como que sí es ciego.
Transeúnte grosero: Esa gente no debería salir a la calle a estorbar por ahí. Y este semáforo que no cambia.
Transeúnte amable: Señor disculpe ¿usted tiene algún problema?
Ciego: sí, yo soy ciego y no se cuando cambia el semáforo.
(Cambia el semáforo, inmediatamente el transeúnte grosero cruza tumbando al ciego)
Transeúnte amable: ¡Ay dios mío! ¿señor qué le pasó?
Ciego. Me caí, pero tranquilo que yo estoy acostumbrado, eso me pasa cada rato.
(llega el transeúnte del lado del semáforo)
Transeúnte del lado del semáforo: ¡Señor, señor! ¿qué le pasó? Vamos a levantarlo.

Transeúnte amable: Si vamos a ayudarle
(Desde el otro lado de la calle el transeúnte grosero empieza a gritar)
Transeúnte grosero: ¡Pipe, Pipe! Muévete, deja ese hombre ahí, ¡ay que atraso!
Transeúnte amable: Pero espera todavía alcanzamos y cómo vamos a dejar a este hombre tirado.
Transeúnte del semáforo: Señor cálmese, le va a dar algo.
Transeúnte grosero: Pero no ve que tenemos afán, claro que a usted que le importa.
Transeúnte del semáforo: Señor no me insulte, lo que pasa es que usted está muy exaltado y debe tener en cuenta la condición del señor.
Conductor de Moto: ¡Quítese, no estorbe, pero ¿qué le pasa? ¿por qué estorba en mitad de la calle?pi, pi,pi
Transeúnte del lado del semáforo: Cuidado, conduzca con cuidado, no ve que el señor se cayó.
Transeúnte amable: tenga consideración.
(al otro lado de la calle)
Transeúnte grosero: Vio que yo tengo razón, es que esa gente así no debe salir a la calle a molestar a los otros transeúntes.
Transeúnte del semáforo: No señor, lo que pasa es que uno debe tener consideración, porque hoy es el señor, pero mañana podemos ser usted o yo.
Transeúnte grosero: Pero yo tengo prisa y ese hombre ahí tirado me atrasa, que tropiezo.
Transeúnte del semáforo: pero señor como le digo esto le puede suceder a usted mañana, nadie está libre  de sufrir un accidente y quedar como el señor y de todas maneras hay que salir a trabajar o hacer vueltas.
Transeúnte grosero: Bueno, viéndolo bien usted tiene razón, vamos ayudarlo.
(Todos los personajes levantan al ciego, mientras salen el transeúnte del otro a
lado del semáforo dice al público)

Debemos ser solidarios con las personas que tienen alguna dificultad, porque no se nos debe olvidar que es hoy por ti y mañana por mí, porque no estamos libres de sufrir un accidente y tener que depender de otras personas en situaciones que antes no requerían de ninguna ayuda.






viernes, 20 de septiembre de 2019


Pedagogía de la felicidad




María Alixon Botero Bernal












Licenciada en Humanidades, lengua Castellana e Inglés.
CECAR. 2019











Reseña bibliográfica de un tema en construcción


Resumen
La pedagogía de la felicidad es una corriente pedagógica que viene escalando en entornos educativos experimentales y que busca posicionarse como una estrategia metodológica que reconcilie el deseo de aprender de los estudiantes con los ambientes educativos. Esta teoría expuesta y aplicada por el psicólogo Miguel de Zubiría Samper, es una respuesta a la apatía y a la depresión que produce el sistema educativo en la actualidad.
Palabras clave: Pedagogía, felicidad, construcción, metodología, pertenencia.

















Abstract
The pedagogy of happiness is a pedagogical current that has been escalating in experimental educational environments and that seeks to position itself as a methodological strategy that reconciles the desire of students to learn with educational environments. This theory, presented and applied by the psychologist Miguel de Zubiría Samper, is a response to the apathy and depression produced by the current educational system.
Key words: Pedagogy, happiness, construction, methodology, belonging.


























Tabla de Contenido
























I.Introducción

Cuando se parte del ejercicio de una actividad, la praxis ofrece oportunidades de análisis únicas e irrepetibles, pero también un sesgo que, de no hacerse una tarea de investigación y profundización, es posible quedarse en el mundo de las apariencias y perderse la esencia de las cosas.
La práctica docente deja claro que el sistema como tal genera muchas frustraciones y desanima al aprendiz, además de convertirlo en un ser problematizado e infeliz desde muy temprano.  La exigencia con una metodología alejada de las necesidades actuales y desconocedora de las influencias externas y las demandas del mundo real, hacen que el estudiante se desmotive y sienta que no tiene nada que aprender.  Sin dejar de lado la presión que los avances tecnológicos están ejerciendo permanentemente, las pruebas estandarizadas, los comparativos con la escuela de otros países como el caso finlandés, incrementan la sensación de incapacidad, tanto sobre el aprendiz como sobre el sistema educativo, estructura definida y socialmente aceptada.
Estas reflexiones completamente subjetivas requieren un análisis y una revisión bibliográfica que las sustente o las coloque en un contexto de discusión.  Es por esta razón que se acomete la tarea de revisar qué elementos pueden contribuir o contradecir la conjetura inicial. Fue así como se encuentra la obra del psicólogo colombiano Miguel de Zubiría Samper, que está direccionando su investigación hacia la pedagogía de la felicidad, afirma por ejemplo (De Zubiría, 2007)” Lo que nos va a llevar hacia lo que somos nosotros, no es el intelecto sino mucho más los vínculos afectivos”. Considera el autor, en el mismo trabajo, que el siglo XX se ha dedicado a emular la inteligencia en contra de la afectividad y que la educación igualmente se ha enfocado en los contenidos y no en formar personas amables, dispuestas a servir, generosas y con una inteligencia emocional valiosa para mejorar la sociedad.
El desarrollo de este trabajo requiere aclarar conceptos, el doctor De Zubiría define la afectividad como una conquista de hace 280 millones der años, que no es genética, por lo tanto, se debe enseñar, ya que se asemeja al fuego o a la agricultura. De allí surge la primera pregunta que orienta este trabajo, ¿a qué felicidad aspiramos, qué felicidad vamos a enseñar?
El objetivo fundamental de esta reseña es determinar los conceptos de felicidad, de pedagogía y la metodología que mejor se adapte a una idea en construcción, la pedagogía de la felicidad. 




















II. Definición de Felicidad

Aristóteles en la Ética a Nicómaco, considera en el libro I, que todas las personas buscan un bien común que para el filósofo es hacia lo que tiende la política, y ese bien superior es según (Aristóteles,2005)
            Tanto la gente común o los hombres cultivados le dan el nombre de «felicidad» y consideran que «bien vivir» y «bien-estar» es idéntico a «ser feliz». Pero sobre la felicidad -qué cosa es- ya disputan y la gente no lo explica de la misma manera que los sabios. En efecto, unos la consideran una de las cosas visibles y manifiestas, como el placer, la riqueza o el honor; otros, otra cosa – y a menudo una misma persona la tiene por cosas diferentes: la salud, cuando está enfermo, y la riqueza cuando es pobre-. Más si son conscientes de su propia ignorancia admiran a los que dan una explicación imponente y superior a ellos: algunos pensaban que, además de todos esos bienes, existe otro por sí mismo, el cual es causa de que todos ellos sean bienes. (p.50)
Para Aristóteles la felicidad tiene que sortear dos enfoques, ser un fin o un medio o ambas a la vez.  Si es un medio se le da un enfoque utilitarista, el cual fue consolidado teóricamente por Bentham. Si es un fin entonces la riqueza, o la salud solo son válidas si nos conducen a la felicidad.  El enfoque más adecuado, según el pensador es el tercero, es medio y fin, es decir la felicidad en si misma debe ser un fin de vida y todas nuestras acciones nos deben llevar a ese fin, pero también es el medio, es decir, si no somos felices en el proceso para llegar al fin, nuestra labor será inútil y vacía. Aristóteles considera como el profesor De Zubiría que la felicidad sí es necesario enseñarla, porque según sus escritos el niño es igual al buey que no puede acceder al bien supremo de la felicidad porque es un ser en formación, “incompleto”, por lo tanto, se debe formar. El concepto aristotélico más cercano a la pedagogía es la formación para la virtud, para lo bueno y no para el placer o la acumulación de bienes, porque “el elogio pertenece al ámbito de la virtud, pues a partir de ésta los hombres pueden realizar acciones buenas; y los encomios, por su parte, pertenecen por igual al ámbito de las acciones corporales y anímicas.” (Aristóteles, 2005; p. 71)
Al imprimirle a la virtud dos caras, una moral y otra intelectual, la primera surge de la costumbre y la segunda se enseña mediante actividades.  Y estas actividades son las que exigen templanza y generosidad.
El concepto de Felicidad de Aristóteles es el más aceptado por Reynaldo Alarcón, un investigador peruano que diseña una prueba validada para medir la felicidad.  Se centra en la definición de Aristóteles, asegurando que la felicidad es una sensación de bienestar.  Según Alarcón (2006, p.101)Definimos la felicidad como un estado afectivo de satisfacción plena que experimenta subjetivamente el individuo en posesión de un bien anhelado”.
La definición no descarta que en un tiempo histórico y en una cultura determinada, las aspiraciones colectivas pueden coincidir en desear algún bien o bienes.  De acuerdo a Alarcón (2006, p.101) “Estimamos que esta definición recoge las características sustantivas de la felicidad”. Es decir, la felicidad tiene un componente subjetivo y es poco probable que coincida en medio de una sociedad. 
La aplicación del test arrojó el resultado de que hay cuatro dimensiones para determinar la felicidad: sentido positivo de la vida, satisfacción de la vida, realización personal y alegría de vivir. (Alarcón, 2006; p. 104). En estas cuatro dimensiones, tiene un lugar preponderante la pedagogía, ya que el sentido de la vida y la axiología que lo determina es fruto de una construcción social, pero puede ser intervenida, al punto de que genere cambios.  En esa misma vía la satisfacción, como resultante de un proceso, requiere modificaciones sustanciales en el proceso educativo, desligar al aprendiz de la concepción material de la satisfacción es fundamental dentro de los lineamientos curriculares de la educación. La realización personal debe ser el resultado natural del proceso formativo, si el direccionamiento a la felicidad fuera planteado legítimamente como pedagogía de la felicidad los estudiantes conseguirían sus metas y tendría como valor agregado la alegría de vivir, al hacer lo que les gusta. Finalmente, para el psicólogo De Zubiría, (2007; p.3)” La felicidad es un tipo de bien-estar humano que tiene muy poco que ver con la riqueza material y que a partir de un salario mínimo las diferencias no son sensibles en bien-estar subjetivo, porque tiene que ver muy poco con la educación”.

III. Pedagogía de la felicidad


La pedagogía de la felicidad, debe ser por definición una pedagogía centrada en el hombre, desde una óptica individual, aunque no individualista, enmarcada en el contexto social.  Dice Soto, (2017), que en Colombia se cambió del enfoque católico, al enfoque crítico, dentro de un modelo de principios, centrado en el estudiante y en la felicidad del ser humano. En este mismo artículo cita a la filósofa española Adela Cortina que afirma que la ética además de servir para forjar hábitos, sirve para alcanzar la felicidad y la justicia. (p.42)
Siendo este el primer escollo, ya que el área de ética y valores es tratada con minusvalía, no por la ley, MEN (2015), que la incluye dentro de las asignaturas fundamentales, pero deja abierta la posibilidad de ajustarla como proyecto educativo junto con la educación física, situación que aprovechan las directivas para reducirla a una carga horaria mínima. A pesar de que la Universidad Pedagógica -en el estudio citado de (Soto,2017) no tiene muy claro su modelo pedagógico es importante tener en cuenta que la misión del centro de formación es, según, (Soto,2017; p.56) “la responsabilidad de educar y formar seres humanos distintos entre sí y con necesidades y problemas sociales muy particulares”. Una obvia respuesta a las necesidades primarias de los seres humanos es la felicidad, es decir, se debe propender desde el sistema educativo por alcanzarla y es allí donde se debe reestructurar la distribución de la jornada escolar, para que la ética tenga un espacio más representativo.
De acuerdo a Kant, citado por Soto (2017, p.60), sin sensibilidad el conocimiento es vacío, el mismo autor afirma que “la naturaleza humana se desarrolle cada vez mejor mediante la educación y que esta pueda adquirir una forma adecuada para la humanidad.  Esto nos abre la perspectiva de un futuro género humano más feliz”. Pestalozzi no concibe una formación que no sea amable, delicada y bien dispuesta Igualmente, Savater recomienda “lo primordial es abrir el apetito cognoscitivo del alumno, no agobiarlo ni impresionarlo... Pero sobre todo el profesor tiene que fomentar las pasiones intelectuales” (Soto, 2017; p.62)
En esta dirección el psicólogo De Zubiría orienta su propuesta, debe haber una reforma curricular.  Asegura que se deberían eliminar quince áreas desarticuladas por “aprehender a pensar, comunicarse y convivir” (De Zubiría, 2017). Aunque las dos primeras competencias son cognitivas y comunicacionales, sigue siendo el centro de su propuesta la afectividad, “Necesitamos individuos más éticos, sensibles e integrales, y eso sólo lo resolveremos si entendemos que el trabajo en la dimensión ética, valorativa y ciudadana es una responsabilidad de todos los docentes” (p.2)
De acuerdo al profesor chileno Eligio Salamanca ganador del concurso Global Teacher Prize 2016, considerado como el Nobel de la educación, a la pregunta ¿Qué es para ti la calidad de la educación?, respondió, “Es aquella capaz de entrenar a una persona para que pueda dominar su futuro, para ser feliz y para hacer feliz a los demás”
Es innegable que en el continente se viene gestando un movimiento de psicología positiva, que se enfoca según De Zubiría (2007) en entender que hace feliz a un ser humano, porque la psicología como la educación han centrados sus esfuerzos en las psicopatías o en las dificultades de aprendizaje y comportamentales, pero no en el bienestar de los estudiantes. Es a partir de este principio que se debe orientar una nueva visión de la educación y del sistema educativo.  La educación se debe centrar en el estudiante, pero no como generador de contenidos o aprendizajes cognitivos, sino como posibilitador de su propia felicidad. No en vano universidades como la Harvard ha iniciado una cátedra de la felicidad   desde el año 2.006 con 22 cátedras y 75 minutos, ha contado con 1.400 estudiantes, según el Portal Sentir Positivo y la idea se ha extendido a la universidad de Yale y 200 universidades más. En Colombia la universidad de La Sabana, en Medellín, EAFIT entre otras.





IV.Conclusión

Se debe repensar la pedagogía que orienta el ejercicio docente, ya que se sigue formando estudiantes donde prima el aspecto cognitivo y el modelo heteroestructurante, dejando vacío, angustia, apatía e incluso llevando a la deserción escolar.  Ya que la educación impartida no propende porque los aprendices sean felices y aprendan a volver significativa su vida, acogiéndose a un modelo autoestructurante, donde los afectos, la convivencia, el ser feliz sea fundamental, resignificando la felicidad como el bienestar consigo mismo y con el entorno.  Si acogemos este modelo podemos mejorar las relaciones sociales y centrarnos en las necesidades del hombre del siglo XXI y sacar a la educación de la retaguardia en que se escuda y darle el rol que socialmente debe tener. Ser la vanguardia de las apuestas y necesidades que tiene la sociedad futura.

                         













Bibliografía



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Aristóteles, (2005), Ética a Nicómaco. Alianza Editorial, S. A., Madrid. Recuperado de https://scholar.google.es/scholar?hl=es&as_sdt=0%2C5&q=etica+de+nicomaco+&btnG=
Colegio de Profesores de Chile, 2.017. Nobel de enseñanza “La Educación en Chile está muy desenfocada” Recuperado de http://www.colegiodeprofesores.cl/2017/06/26/nobel-de-ensenanza-la-educacion-en-chile-esta-muy-desenfocada/
De Zubiría Samper, M. (2007). La afectividad humana. Sus remotos orígenes. . Recuperado de http://www.revistamedicina.net/anmdecolombia.net/images/documentos/Vida%20Afectiva.pdf
De Zubiría, Los Modelos Pedagógicos, 2007. Popayán Recuperado de https://es.scribd.com/document/360272510/Zubiria-Los-Modelos-Pedagogicos-pdf
De Zubiria, ¿A qué deberían ir los niños a la escuela?, Boletín informativo o- pedagógico febrero 5 A 11 de 2017. N°2. Recuperado de http://cmcf.edu.co/archivospdf/2017/boletines/2-ninos-a-la-escuela.pdf


MEN,: Áreas obligatorias y fundamentales, 2015. Bogotá. Recuperado de  https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles353122_archivo_pdf_consulta_Areas_obligatorias_y_fundamentales.pdf

Ramirez Andrés. Universidades que le apuestan a la cátedra de la felicidad. Portal Sentir Positivo 2017 http://www.sentirpositivo.com/index.php?Pag=817&art=Universidades-que-le-apuestan-a-la-catedra-de-la-felicidad
Soto Arango Diana Elvira, Formación de docentes y modelo pedagógico en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia,Rev. hist.edu.latinoam - Vol. 19 No. 29, julio - diciembre 2017 - ISSN: 0122-7238 - pp. 35 – 6. Recuperado de https://revistas.uptc.edu.co/index.php/historia_educacion_latinamerican/article/view/7552/5940

sábado, 20 de abril de 2019

LA LITERATURA, UN ESPACIO LIBERADOR

La literatura, un espacio liberador

Leer historias o relatos  nos permiten vivir sueños ajenos como propios y esa posibilidad permite que corazones sensibles logren sentir a los demás y sus vivencias como propias.  Ese ingreso a oscuras cavernas, a desiertas islas, a profundos océanos o insondables selvas hacen que podamos resucitar los ambientes del pasado o los posibles mundos futuros.  La literatura es el mundo de los posibles, de los insondables códigos que nacen y mueren cada día, de la ensoñación y del recuerdo.  Pero aún así la experiencia más valiosa e inolvidable para un lector es cuando las escenas que poblaron la imaginación se aparecen caminando por las calle, respirando y mirando con  la tranquilidad de un paisano. Esa fue la sorpresa que viví cuando en una población del Caribe colombiano, en medio de una fuerte temporada de lluvias, un hombre joven con aspecto  afeminado se presenta  en una calle céntrica acompañado de una aristocrática anciana, sentados como en una procesión de viernes santo sobre dos sofás octogenarios pero de la mejor calidad, con la madera decorada y los tapices de terciopelo rojo sobre una carreta halada por un hombre bajito, trigueño pero musculoso que se ofreció por un pago mínimo transportar a la curiosa pareja hasta las instalaciones de la notaria, en medio de una calle repleta de agua.  El conductor, al mejor estilo colonial, levanta a la centenaria mujer en brazos mientras el acompañante pide una  silla y ayuda develando su inútil temperamento, un pusilánime.  Cuando la señora estuvo a buen recaudo, el conductor a la manera hindú, se hizo a un costado de la acera a esperar que la diligencia terminara para desandar el camino. Esta escena parece sacada de Los Funerales de la Mama Grande de Gabriel García Márquez, toda una reencarnación de los personajes del nobel colombiano.

domingo, 31 de enero de 2016

Promoción de Lectura

Nunca como ahora han habido tantas estrategias para que los niños se animen a la lectura.  Pero tampoco han habido tantas y tantas amenazas a ese propósito.  Los medios electrónicos han arrebatado la atención del libro, pero tmpoco quiere decir que lo hayan sustituído.  Lo que pasa es que la exigencia es mayor.  Ser un buen lector requiere convertirse en un culebrero, en un encantador de serpientes, en un vendedor de plaza pública y en una hada escapada de cualquier bosque milenario.  Leer en voz alta, no es un ejercicio fácil, requiere además de unas excelentes condiciones y conocimientos gramaticales y morfológicos del idioma, exige  una entonación precisa e intencionada, un conocimiento profundo del texto, casi que de memoria y una puesta en escena.  No es solo tomar un libro y abrirlo como una rutina semejante a beber un café o untar de mantequilla una tostada.  Requiere planificación no tanto como evento, como encuentro, como actividad, sino que requiere el calentamiento previo del deportista, el entrenamiento cuidadoso, esmerado y continuo.   Para que la lectura pueda arrebatarle la atención a los lectores deben trasportarlos a un mundo tan mágico como el de todas las otras ofertas visuales.
El Principio

Me vi la película del Principito, no sé de dónde era, solo sé que tenía dos animaciones diferentes, una para el libro copiada de las ilustraciones originales y otra para la trama de la película.  No revisé el director, ni el país donde se produjo.  Pero más que la trama contada con cierta fidelidad, aunque con algunas omisiones dolorosas como la visita al planeta del borracho, del farolero y al planeta tierra cuando recorrió ciudades indiferentes. Pero lo extraño o que empiezo a pensar se ha vuelto recurrente, es la nostalgia, el deseo de saber que pasó.  ¿Cómo pudo terminar la historia?.  En esta película el piloto se reencuentra con el principito, un adulto acabado, rutinizado, sin sueños, con un planeta destrozado por los boababs y consigue por medio de una niña sacudirlo y devolverle el deseo de cuidar a su flor y volver a la vida de su pequeño asterioide con sus puestas de sol.  Igual sucedió con la película colombiana basada en la vida del cantautor vallenato Kalé Morales, que volvía a contar una histoira con muchos elementos de ficción, tantos como que el personaje principal sufría un accidente y no se moría sino que seguía vivo, con magulladuras y remordimientos, pero vivo y haciendo muchas y mejores canciones. Estamos dedicados a la nostalgia y al deseo.  El deseo de reencontrar al principito que se quedó perdido en una noche en medio del desierto del Sahara, el deseo de reencontar a una jóven promesa del folclor vallenato y seguramente muchos otros deseos, muchas otras vidas deseando que se hubieran vivido por más y mejor tiempo.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

A MI TIO EL QUE AMA LA LITERATURA



A MI TIO EL QUE AMA  LA LITERATURA

Por mi tío aprendí a amar la literatura. Un héroe que me dejó cientos de historias y enseñanzas. Hoy lo menos que puedo hacer es honrarlo, reviviendo la emoción  que  me dejó la vez que me contó que iba a escribir un libro, sentado frente a un computador obsoleto pero eficiente. Mi tío es tal vez la persona que más rápido  he visto tecleando.
Se fue y no hice nada para impedirlo, empacó maletas en un solo día, guardó la cafetera y la colección de libros de José Saramago e  Isabel allende. El apartamento estaba vacío y el tiquete del avión ya estaba comprado.
Canceló la suscripción del cable de televisión, se despidió de sus plantas, asistió a varias despedidas que le organizaron. 
¡Y me dio rabia!
Me dio rabia porque se fue a ser feliz con él. Se fue a su ciudad a la que conoce de norte a sur,  a descansar como el solo sabe hacerlo,  a caminar por calles coloniales, a visitar museos, a tomar café negro como la noche, caliente como el infierno y suave como abrazo de mujer y sobretodo inmortalizó el momento en que se fue.
Hoy ya hace varios años, y puedo decir que a eso si le puede llamar una despedida y me pregunto si seré parte de su pasado como una mancha distante sin cabida en su nueva vida feliz.
Por eso es que siempre dejo ir a la gente porque se va a ser feliz y feliz con lo mínimo

…con lo mínimo necesario sobrino
JORGE BOTERO CAMPUZANO
Magangué, 2.014